Es común caminar por los pasillos o áreas verdes de la Sede del Caribe y toparse a Canelo dormido en alguna sombra o acostado viendo plácidamente a las personas pasar. Blacky, por su parte,  casi siempre está amarrado porque su juventud y alma juguetona lo hace propenso a perderse o a ser atropellado.

Canelo es un perro de poco más de 10 años, los cuales en su mayoría los ha vivido en la Sede del Caribe. El guarda de seguridad de la Sede del Caribe, Miguel Mora, contó en una entrevista el pasado lunes 8 de abril que Canelo llegó un día a la sede y primero pensaron que venía con algún estudiante; sin embargo, se dieron cuenta que era un “perro de la calle” por su apariencia delgada, sucia y por la falta de amor que tenía el canino. A su vez, el cachorro Blacky llegó hace mes y medio a las instalaciones de la universidad; por tanto, su historia en el centro educativo apenas está comenzando. 

 

Desde su llegada ambos caninos han sido cuidados principalmente por los guardas de seguridad de la sede. Mora indicó que cuando Canelo llegó se encargaron de bañarlo, desparasitarlo y vacunarlo, por ello se convirtió en un perro más fuerte y en un fiel amigo ya que  comenzó a seguir a los de seguridad cual perro guardián.

 

Sin embargo, Mora señaló que Canelo tuvo  una evolución de perro guardián a  perro más amistoso. Este cambio se dio porque Canelo fue atropellado y necesitó ser operado. La universidad y los estudiantes tomaron a Canelo como un símbolo y se hizo una especie de “mini Teletón”, en la cual los guardas pusieron una caja donde los estudiantes depositaron dinero. Con las donaciones recolectaron 293 mil colones que sirvieron para llevarlo a una veterinaria en Turrialba porque en Limón no hacían ese tipo de operaciones.

 

Después de estar internado, Canelo volvió a  la universidad con un cono y un yeso. Los  estudiantes empezaron a encariñarse con la mascota; por tanto, comenzaron a cuidarlo y bañarlo porque se veía sucio y triste. De esta forma Canelo empezó a ser más sociable y a convertirse en un emblema de la sede.

 

La Sede del Caribe y los guardas siempre han tenido alguna mascota y siempre han sido perros. Mora recordó  con cariño al primer perro, Capri, que era similar a Canelo, solo que blanco con negro. Este murió atropellado. También mencionó a Manchitas, una hembra que compartió tiempo con Capri y con Canelo pero lamentablemente también murió atropellada. Por esta razón, el único canino que quedó en ese momento fue Canelo.

 

Foto de Manchitas cortesía de Miguel Mora

Foto de Canelo por Lorna Chacón

 

Foto de Blacky por Gerardo Campos Piña

 

En la actualidad  Canelo y Blacky  comparten el cariño de la comunidad universitaria y de los guardas de seguridad y aunque no juegan mucho juntos porque Canelo es un poco celoso, no hay duda que seguirán creciendo como dos hermanos perrunos en la Sede del Caribe.  

 

Foto inicial por: Gerardo Campos Piña de Blacky (arriba) y Foto de Canelo (abajo) tomada del Facebook de Canelo

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